Desde muy
pequeña, fui introducida en el mundo de la imaginación y el arte a través de
libros y después con el tiempo en el mundo del cine. Mis padres todas las
noches, me leían y contaban historias, no había un solo día en el que no se
leyera un cuento en mi casa.
Mis primeros
recuerdos de la infancia están conectados con libros pop-up (despegables) y
sobre todo con la colección de libros de Geronimo Stillton, el hecho de
poder viajar por un mundo de fantasía, así como al mismo tiempo descubrir como olían
las hadas, sirenas, dragones, etc., ya que cada capítulo tenía unas páginas que
contenían ciertos olores, eso me fascinaba tanto que incluso llegue a tener
toda la colección. Las primeras películas que vi fueron las de Barbie y Narnia y series de dibujos animados como La vuelta al mundo de Willy Fog y D´Artacán y los tres mosqueperros. Pero no fue hasta que me llevaron a
ver por primera vez al cine Avatar, que despertó en mí una afición
hacia el mundo del cine, después de quedar impactada por ese perfeccionismo de
Cameron por conseguir y dotar una realidad al planeta de Pandora que
creaba una experiencia hiperrealista.
Durante mi adolescencia,
comencé a interesarme por novelas de romance, como Bajo la misma estrella de John Green e incluso libros con temáticas de thriller que generaban en
mi una buena trama de misterio y suspense. Al mismo tiempo, mi gusto por el
cine se expandía hacia géneros mas variados, desde la acción hasta la ciencia
ficción y de terror, sagas de películas como Fast and Furious, Marvel o Crepúsculo.
Incluidas series como Teen Wolf, Pequeñas mentirosas y The Chilling
Adventures of Sabrina.
En los
últimos años, he perdido bastante la pasión por la lectura y los libros, el
único libro que he disfrutado leyendo ha sido uno en ingles titulado The subtle art
of not giving a F*ck de Mark Manson. En cambio, las nuevas plataformas
como Netflix y el cine siguen formando y siendo una gran parte de
mi vida e identidad. Sobre todo, he vuelto a disfrutar de esas películas de mi
infancia, de ahora uno de mis directores favoritos Tim Burton y sus películas
como La novia cadáver, en la que Burton explora el poder indagar en la
belleza de lo siniestro para luego convertirlo en algo mágico o Charlie y
la fábrica de chocolate, que me recuerda la importancia de mantener esa
ilusión y visión de un mundo espontáneo y creativo, que tenía de pequeña. Disfruto
mucho ir al cine y dejarme llevar por ese mundo del entretenimiento, así como
encontrar la inspiración a la creatividad.
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